Enrique IV convirtió el territorio de Alburquerque en ducado y lo donó al conde de Ledesma, Beltrán de la Cueva y Mercado, gran maestre de la Orden Militar de Santiago, privado de Enrique IV, por medio de los Pactos de Cabezón de 1464, para compensarle así de la pérdida del maestrazgo de Santiago. Le sucedió su hijo Francisco. El tercer duque, Beltrán de la Cueva Álvarez de Toledo, sirvió a Carlos I, fue capitán general de Aragón y Navarra y murió en 1559. Gabriel de la Cueva fue el quinto duque, participó en la guerra contra Orán, fue virrey de Navarra y gobernador de Milán. El título lo heredó Beltrán de la Cueva y Castilla, cuarto hijo del II duque, que estuvo al servicio de Felipe II y Felipe III y ocupó el virreinato y la capitanía general de Aragón. El VII duque, llamado Francisco, fue virrey de Cataluña y Sicilia, embajador en Roma y miembro del Consejo de Estado bajo el reinado de Felipe IV, cargo que también desempeñó el VIII duque. El hijo de éste,...